En la actualidad hay empresas que buscan el talento pero no lo valoran una vez que lo han encontrado, dentro de su organización utilizan el monopolio del poder como estrategia entre sus empleados, no valoran el trabajo y generan relaciones de sumisión.
Todo el mundo a su alrededor aguanta las críticas, negativismo, y agresiones de sus superiores, se sienten “obligados” a aceptarlo sin decir una palabra.
Se nos ha enseñado a tolerar a los jefes, con base en el miedo de ser despedidos, puedes pensar que tener que soportar a tu jefe es un deber, o algo necesario…
¿Tendremos que estar siempre a sus pies?
En la mayoría de los casos tienes la potestad de decidir lo que quieres hacer con tu vida, y decidirte a lograrlo.
Es mucho mejor trabajar en conjunto a unas ideas que puedan alimentar tu mundo con beneficios y valores, que alimentar las cuentas bancarias de otros sin ser reconocidos y remunerados como deberíamos.
¡Lo importante es que decidas hacer lo que realmente te gusta y te apasiona, sin miedos!
El Monopolio del Poder.
Las empresas que utilizan el monopolio del poder tienen un equipo desilusionado, fatigado y dependiente de sus mandos, con el autoestima baja, desmotivado y atemorizado, poco dispuesto y capacitado para asumir riesgos o rendir en momentos de tensión.
Transmiten mensajes autoritarios: “esto es así”, “lo tomas o lo dejas”, “ahí fuera en la cola del paro hay un montón de gente que mataría por tener tu trabajo”.
En lo que confiere a la gestión del talento, éste método invitara a las personas con más iniciativa y posibilidades a huir de la empresa en cuanto tengan la oportunidad.
El Cuento del Burro y la Zanahoria.
Para conseguir que un burro se mueva, es necesario colgar una zanahoria de la punta de un palo, justo fuera del alcance de la boca del burro.
“El burro=PERSONA QUE PERSIGUE UNOS INCENTIVOS»
“La zanahoria=MOVERNOS HACIA LA CONSECUCIÓN DE RESULTADOS»
Las «zanahorias» más utilizadas que las empresas cuelgan en frente de los empleados es el dinero.
Esta estrategia es un término medio en el cual se sitúan la gran mayoría de las empresas.
La teoría se basa en la motivación, toda acción humana es impulsada por la evitación del dolor y consecución del placer.
Estas empresas buscan dar un giro al monopolio del poder, bien porque realmente apuesten por incentivar el rendimiento de sus empleados y generar un sano sentimiento de pertenencia, proponiendo unos objetivos.
Las intenciones parecen buenas, al comienzo hay entusiasmo y motivación, el rendimiento aumenta al mismo tiempo que crecen las expectativas en un horizonte mejorado dentro de la empresa.
Pero con el transcurso del tiempo, parece que a pesar de que los objetivos se alcanzan, lo prometido no termina de cumplirse y la zanahoria no llega a saborearse.
Transmiten mensajes hipócritas: “las circunstancias han cambiado”, “hemos alcanzo los objetivos pero los resultados no son lo suficientemente buenos”.
El cumplimiento del placer se ilustra muy bien con la metáfora de la zanahoria, pero la evitación del dolor no lo hace. Incluso más eficaz que la promesa del dinero es el miedo a perder el empleo.
Pero…no somos simplemente burros.
Durante cierto tiempo la recompensa puede ayudar a mantener el flujo de energía para la motivación, pero tarde o temprano, el interior de la persona se verá poco compensado y por tanto, aparecerá la desmotivación.
Esta desmotivación con el tiempo puede hacer perder el talento, y la persona llegara ala conclusión de que; «Soy el ultimo burro…aquí no tengo futuro».
Cazando el Talento.
Cuando una empresa busca el talento y ha capturado a su presa, debe valorarlo y preocuparse por retenerlo, no dejarlo escapar de nuevo…
Las empresas deben desarrollar una estrategia centrada en los estímulos, facilitando las condiciones para la capacitación y el progreso en competencias claves, clarificando las funciones y responsabilidades de cada puesto.
Transmitiendo mensajes motivadores: “¿Cuáles son tus objetivos personales?, “¿y del equipo?”. “Siento que al formarme en estas competencias podré desempeñar mejor mi trabajo y avanzar hacia el puesto que quiero”.
Las empresas actuales deben preocuparse por desarrollar un área de comunicación interna, fuerte y creativa. El factor más fuerte de motivación para los empleados es un trabajo que exija el uso de las habilidades.
Generar un contacto real con todas las áreas de la organización, capaz de crear políticas sólidas para que las diversas personalidades naveguen rumbo a una voluntad en común.
¡Descubre tu talento!
Trabajar por dinero NO es malo…pero TAMPOCO es la mejor idea.
Si trabajas por dinero, jamás serás rico. El dinero puede ayudar, pero es el maldito amo que nos convierte en sus esclavos. La mayor parte de las personas, trabajan por necesidad y no por placer, felicidad y pasión.
Esto hace que los trabajos que dichas personas realicen, no sean satisfactorios en su gran mayoría.
El no contar con una buena motivación para hacer lo que se hace, genera frustración. Y la necesidad por sobrevivir, es una motivación negativa.
¡El talento no se compra, ni se vende a cualquier precio!
Es una cualidad que nos permite mostrar de forma única y diferenciada aquello en lo que somos expertos, conocedores, para desempeñar una actividad, es una manifestación de la inteligencia emocional.
Busca tu pasión aquello que alimenta tu talento, hay esta la recompensa emocional. El salario no es lo único, ni lo más importante en la vida.
Las metas que te propongas en la vida no son sencillas, porque requieren que nos planteemos seriamente la idea de ser libres.
No existen contratos permanentes, todo cambia constantemente, hay que aprender a adaptarse, ser libre es mucho más posible hoy en día, que hace algunos años.
Apuesta por tu talento, el reto no es trabajar más, sino trabajar mejor.
Psicología Eduardo Ortega 2014
"Compartir, Conocer, Aprender, Crear, Escuchar, Observar, Crecer"
PSICOLOGIA EDUARDO ORTEGA 
2 septiembre, 2014 en 21:55
Muy interesante y práctico.
3 septiembre, 2014 en 18:31
Verdaderamente lo importante no es tener un talento determinado, sino tener el talento de reconocerlo y seguirlo. Gracias por tu artículo.
3 septiembre, 2014 en 18:34
Un buen ejemplo de la situación empresarial actual.
4 septiembre, 2014 en 8:28
Muy bueno Eduardo.
Lo comparto entre mis alumnos!!
Gracias
5 septiembre, 2014 en 17:22
Hay un perfil de la sociedadpp post-moderna, sostenida por un sistema capitalista en cuyo seno es el hombre, que movido por visión, hace los óganos de este sentido, el más importante de todos. Los ojos que guían al hombre y a la civilización organizada, hoy se enferma. Ciego, se vuelve incapaz de vivir de maneira civilizada. La cegueira impregna la sociedad, convirtiendo al hombre urbano y civilizado en un animal salvaje e irracional, predador de su propia especie y revelador, que los «ojos crrados» todavía lleban en sí las más profunadas huellas de la deshumanización…
7 septiembre, 2014 en 21:49
Me ha parecido un artículo muy oportuno, sobre todo en estos tiempos, donde más que nunca los «poderosos» son más poderosos porque el miedo de los que están a su servicio (empleados) es mucho mayor, por las circunstancias críticas que vivimos. Realmente no se valoran los talentos se buscan resultados….muchos resultados, no se valoran las aportaciones de los subalternos o empleados y es un gran error. Actualmente estoy finalizando mi formación como Coach y todo esto me resulta muy interesante, gracias Eduardo!!!
8 septiembre, 2014 en 9:52
Desde mi experiencia actual, lo comparto al 100%: «El factor más fuerte de motivación para los empleados es un trabajo que exija el uso de las habilidades.»
Gracias.
8 septiembre, 2014 en 14:39
Si busco y encuentro talentos soy listo, mantenerse al lado de alguien talentoso todo el tiempo pone en peligro una autoestima débil. ¿Será por eso que el talento se busca pero luego no se cuida en las empresas? Necesitamos jefes/as y compañeros/as con alta autoestima para saber rodearse de personas con talento. ¿Cuándo empezaremos a trabajar en serio la autoestima de las personas y las organizaciones? Yo estoy preparando un curso que habla de la autoestima directiva y ya me han recomendado que le cambie el nombre porque ningún alto directivo reconocería necesitar un curso así. Mal empezamos. Muy buen artículo Eduardo. Muchas gracias por facilitarnos esta reflexión.
8 septiembre, 2014 en 22:45
Muchas gracias Mari Carmen por tu comentario y tu tiempo, existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento, es el talento de reconocer a los talentosos. Es probable que los directivos piensen= ¿Talento? De eso tiene todo el mundo. Unos algo más que otros.
Estos altos cargos no requieren de un apoyo de «autoestima extra» por que se sienten en la cima de la pirámide empresarial, el escalón mas alto y reconocido en una organización.
No quieren o no saben ver el talento de sus colaboradores, y el talento no usado es éxito desperdiciado.
Cada persona posee el fruto de unas cualidades especiales, no se basa en tener dones que los demás no, sino en saber utilizarlos, sabes que tienes talento!!! ahora a que esperas para demostrarlo!
9 septiembre, 2014 en 11:23
Estar en lo alto de la pirámide no significa poseer una sana autoestima, por desgracia hay verdaderos H.P. (perdonad la vulgaridad) que tienen altos cargos por su capacidad depredadora, otros porque han llegado a su máximo nivel de incompetencia (el llamado «Principio de Peter») y otros porque verdaderamente son excelentes líderes capaces de sacar lo mejor de las personas, y eso es saber descubrir y fomentar el talento de su equipo. Reconocer sin dolor que alguien puede ser mucho más capaz que tu en algo y apoyarle en su desarrollo requiere una gran seguridad en uno mismo.
No siempre el jefe es quien elige a su equipo, a veces le viene impuesto, y en otros tantos casos son los consultores y profesionales de selección los que hacen el reclutamiento; pero en cualquier caso las personas (cada vez menos) estamos mucho tiempo en los puestos de trabajo y evolucionamos como personas y como profesionales, por lo que es necesario encontrar y estimular aquello en lo que somos talentosos. Me encanta la idea que expones de poseer el talento de descubrir talentos ¿es similar al concepto de ojeador en el deporte? tu concepto de talento para buscar talentos ¿sería parecido al proceso de promoción interna que emplean algunas grandes empresas? Gracias Eduardo por tu estimulante debate.
9 septiembre, 2014 en 11:31
Gracias a ti Mari Carmen por exponer tu opinión y visión al contenido, considero que tu aportación es muy interesante porque desvela otras competencias claves en la gestión del talento, un abrazo.
10 septiembre, 2014 en 9:09
Nota: Incluir en temario de futuros gestores de equipos y gerentes de empresas!
13 septiembre, 2014 en 20:50
gracias por el post Eduardo…interesantes reflexiones…Salud
14 septiembre, 2014 en 17:43
Todos los seres humanos tenemos talento, pero no lo cultivamos prospectivamente. Como que se sienten mejor con la inercia. Otros sufren de complejo de inferioridad. La clave es buscar la trascendencia, mejorandose a si mismos, y mejorando las condiciones medio ambientales que los rodean, transformando el mundo y transformandose a la vez a traves de las propias autorrealizaciones. Es talentoso el jefe que percibe el talento de sus empleados, los prepara, apoya y catapulta hacia el exito. Se adiciona positivamente a ese desarrollo, y aprovecha esas cualidades en beneficio de la empresa. Es desfasado, cuando lo envidia y lo toma como rival.
20 septiembre, 2014 en 20:02
Eduardo, muy bueno tu articulo, hoy la mayoría de las empresas buscan el Talento y las habilidades y el talento aparece… pero lo realmente dificil es conseguir el caldo de cultivo adecuado para que aflore en toda su identidad…